El necrófago galante es un poemario que conocí cuando buscaba en internet información del autor para la reseña de “Kobold, el señor de las cadenas” (que por cierto recomiendo, es un libro estupendo), volumen publicado por la editorial Torre de Marfil y con una portada de Pablo Uria.
Volviendo al necrófago galante, un día en el Bibliocafé de Valencia, lugar de quedadas, presentaciones y además cafetería/librería, adquirí el ejemplar sabiendo que Alfredo iba a pasarse por allí y podría llevarme el libro rubricado. Me gustó mucho su formato cuadrado y su diseño de portada. Viene de la mano de la editorial 23 escalones, y con diseño de Carlos Núñez de Castro. Comprende cincuenta y seis poemas, sin título aparente, que comparten un tema principal: El Amor.
El texto está escrito de una forma triste, melancólica y deprimentemente sensual, con una escritura rica y agradable de leer. Y cada poema transmite sentimientos.
No es un libro lleno de letras planas y anodinas, no es un libro para dejar aparcado en una estantería. Este libro merece estar siempre en unas manos que lo abracen y bajo la mirada de una persona que aprecie cada verso de su interior.
Aunque los versos son narrados desde una forma oscura, intangible. Son apasionados.
Bajo el aspecto de guerrero medieval en la narrativa de Alfredo, se esconde un trovador que susurra a los oídos incautos palabras de amor. Él Enlaza como nadie las estrofas y sonetos y solo hace falta cerrar los ojos unos instantes tras un poema para sentirse hipnotizada por esos versos. Es un deleite para los sentidos escuchar al autor recitar sus poemas, tiene una voz que invita a dejarte seducir.
Me han gustado mucho todo el poemario, pero os transcribo un par que lo han hecho especialmente:
“Dicen que
tu sangre sabe a caramelo de mora y que es pegajosa,
que quien
la bebe camina a la luz del día y recuerda
cuando éramos gra
ndes y todos nos temían, cuando nos reíamos
de la muerte
y sus enanos secuaces vestidos con túnicas
que empuñaban ant
orchas y gritaban nuestros nombres
a medianoche.
Deja que te muerda, deja que seque tus entrañas
para que los lobos recuerden a la luna llena,
las campanas repiquen a muerto
y los senderos del bosque vuelvan a oler a hierba fresca,
a monstruo, a lavanda y a romero.”
“Cada rosa que corto tiene tu nombre tatuado en sus espinas
me corto con ellas
destruyes mis recuerdos con besos y si te tocas
eres pétalos de lija
que me arrancan la piel
hasta los huesos.
Soy incapaz de plantar en la tierra mis entrañas
dejar crecer un matorral
mala hierba
para quedarme contigo
entre las sombras y zarzas
arroyo baldío
olor venenoso
amor destruido.”
Y seguiría recitando, pero como emulando a cierto programa de televisión: Hasta aquí puedo leer. Espero que os hayan gustado y que sea un aliciente más para que os hagáis con un ejemplar para vosotr@s.
El precio, anticrisis, ¡solo 8€!
Esta reseña y muchas más las puedes encontrar en LA BIBLIOTECA IMAGINARIA
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